domingo, 17 de julio de 2011

El dia X¡¡

Eran las 6 de la mañana y estábamos todos ya en pie. Desayunamos lo que a cada uno mejor le entraba: unos, vasito de leche con galletas, otros el vasito de leche tal cual, con cacao, o con café soluble. Las mochilas estaban preparadas y cargadas con todo el material que creíamos imprescindible:  esterillas, sacos de pluma, comida, tienda de campaña, material personal, primalofs, etc,.. Teníamos que ir en coche hasta el teleferico de Houches, a unos 15 Km. de donde dormíamos.

Sobre las 7 y 35 de la mañana, hora a la que habría el edificio de teleferico, entramos en el primer "paquete" que nos subiría hasta el Col de Voza, a unos 1653 m. para después entrar en un tren cremallera ruidoso y poco confortable, y llegar a lo que se llama el Nido de Aguilas o Nid d`Aigle, a unos 2.380 m. Un paraje misterioso se descubría entre las nieblas matinales que escondían las alturas de nuestras miradas curiosas. El glaciar de Bionnassay se descubría ante nosotros escondido sobre un mar de nubes. Empezamos a subir poco después por el caos de bloques hacia nuestra meta del día: subir hasta 3.817 m., concretamente hasta el refugio de las Agujas de Goûter, donde íbamos a vivaquear alrededor de el. Todo empezó muy correcto. Pincha y yo decidimos ir un poquito mas alante. Todos templando nuestros pasos y reservando cada esfuerzo para cuando creyéramos oportuno.
Las mochilas se hacían notar: litros de liquido mas los enseres de grupo mas los enseres personales revasaban con creces lo que normalmente suelen decir que es el peso máximo de uno mochila recomendado. Pero nuestro paso era firme y continuo. En menos de 3 horas conseguimos hacer 787 m. de desnivel con todo ese equipamiento en la espalda. Decidimos hacer una paradita y esperar al resto del grupo, que no tardarían mucho en aparecer. Aprovechamos a comer algo y beber mas, y los 2 que íbamos en cabeza decidimos retornar nuestro peregrinaje hacia el refugio de Goûter, 650 m. por encima de nuestras cabezas. Mochilas enfundadas y pocos metros después de donde estábamos, alguien nos empezó ha valvucear cosas. Digo valvucear, porque tanto Pincha como yo, nuestro francés era bastante nulo. Poco a poco empezamos a entender lo que nos preguntaba; el: Goûter?; Nosotros: ¡¡Oui,Oui¡¡; el: Reserve?; Nosotros: ¡¡Vivaque¡¡; el: vivaque arive no¡¡¡; y nosotros:...¿NOO?. Algo fallaba. Eso no entraba en nuestros planes. Rápidamente fuimos hacia donde Martín y Víctor, que estaban metros atrás ingiriendo algo de alimento. Les explicamos lo que nos sucedió, y Martín, que el si "Parle Francais" mejor que yo, fue tranquilo donde el a preguntar por tal agravio. NUEVA NORMATIVA FRANCESA: Único vivaque legal a 3.160 m. Algo cambio en nuestros rostros.  Decidimos avanzar 200 m., donde se encontraba el supuesto punto único donde se podía echar una tienda de campaña y dormir. Nuestras mentes barajaban cifras que para muchos de nosotros eran nuevas. Vivaqueando allí, teníamos que afrontar un desnivel + de 1.650 m y -2.300 m. Un total de aproximadamente 4.000 m. acumulados hacían desfallecer nuestra ilusión de grupo. Algunos querían subir, pero no hacerlo con sus compañeros  les quitaban las ganas. Necesitabamos y queríamos hacerlo todos, desde el primero hasta al ultimo, los 4 en la cumbre del Mont Blanc. El cabreo a no poder reaccionar a tan impune normativa, nos llenaba de rabia, nuestro objetivo se desvanecía al ritmo que seguíamos dándole vueltas al tema. Decidimos volver e intentando gastar toda esa energía contenida llegamos abajo en una hora.



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